Seguridad de los inmigrantes en las ciudades santuario de California

Un santuario suele asociarse a un lugar seguro, como una iglesia. Cuando el término se aplica a una ciudad, los inmigrantes indocumentados que viven y trabajan en los condados de Riverside u Orange, en California, pueden preguntarse si estar en uno de estos lugares ofrece algún nivel de protección frente a la deportación.

Según CBS Los Angeles, el departamento del sheriff en el condado de Orange trabaja frecuentemente con agentes de inmigración. Una persona que ha sido encarcelada puede ser interrogada sobre su situación legal actual. Además, la agencia puede avisar a los agentes federales de inmigración cuando está prevista la puesta en libertad de un inmigrante que puede ser deportable. Sin embargo, una persona no sería retenida en la cárcel a causa de una orden de retención.

Una decisión de un tribunal federal de Oregón puede influir en la reticencia de las autoridades de algunas localidades, como el condado de Riverside, a colaborar con los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. En ese caso, el juez dictaminó que las fuerzas de seguridad locales no podían retener a nadie en la cárcel por sospechar que se encontraba en situación ilegal. En consecuencia, la amenaza de demandas judiciales podría convertirse en un factor de motivación para negarse a detener a los inmigrantes que hayan sido arrestados.

ABC News informa de que muchos legisladores a nivel estatal y federal están preocupados por los efectos de las políticas locales de santuario. Algunos creen que la plena cooperación con el ICE es esencial, y un representante estatal del condado de Riverside ha propuesto una ley en ese sentido. A nivel federal, el Departamento de Seguridad Nacional ha desarrollado recientemente un nuevo programa que afecta a las tácticas de aplicación de la ley para que los inmigrantes con antecedentes penales puedan ser detenidos más fácilmente por los agentes.

Aunque un inmigrante puede correr menos riesgo de deportación tras una detención, no hay garantía de que estar en una ciudad santuario impida la intervención de los funcionarios federales.