¿Pueden desmentirse los mitos más comunes sobre la inmigración?

El condado de Riverside es una zona muy diversa que ha abierto sus brazos a inmigrantes de muchas nacionalidades diferentes. Es posible que haya oído declaraciones negativas sobre los inmigrantes, en particular los indocumentados. Tristemente, ha habido muchos prejuicios contra aquellos que vienen a nuestro país en busca de una vida mejor. Estos son algunos de los más comunes mitos sobre la inmigración que se están perpetuando, según la Unión Americana de Libertades Civiles, así como las explicaciones que demuestran la falsedad de estas afirmaciones.

Los inmigrantes provocan más delincuencia en una zona. En realidad, los índices de delincuencia han disminuido en los últimos años entre los inmigrantes indocumentados.

Los extranjeros se niegan a aprender inglés después de venir a nuestro país. En realidad, la mayoría de los que se trasladan a Estados Unidos entienden que aprender inglés es una necesidad para conseguir un trabajo decente y comunicarse con sus vecinos. La mayoría de los inmigrantes empiezan a aprender inglés poco después de llegar al país.

Los inmigrantes quitan puestos de trabajo a los estadounidenses nativos. En realidad, los recién llegados suelen tener aptitudes profesionales diferentes, que complementan y contribuyen al conjunto de la mano de obra.

Los inmigrantes indocumentados viven de la asistencia social y no pagan impuestos. En realidad, los inmigrantes están obligados a pagar impuestos por su empleo, como todo el mundo. Pagan impuestos sobre las ventas cuando hacen compras y contribuyen a los impuestos sobre la propiedad desde su vivienda. La mayoría tampoco pueden beneficiarse de las ayudas sociales después de vivir en el país al menos cinco años y convertirse en residentes legales permanentes.

Los inmigrantes son todos ilegales. En realidad, sólo un tercio de todos los inmigrantes en Estados Unidos son indocumentados; un tercio ha obtenido un estatuto legal para vivir en Estados Unidos y un tercio son ciudadanos naturalizados.

Puede que descubra que las personas que comprenden los hechos, en lugar de escuchar rumores y mitos, tienen más compasión hacia sus vecinos, incluidos los recién llegados al país.