Un próximo cambio en la regla de la "carga pública" puede afectar hasta a 2 millones de personas que viven en California, lo que podría afectar a su capacidad para obtener tarjetas de residencia si son beneficiarios de la asistencia pública. Debido al cambio propuesto, que podría entrar en vigor en cuestión de semanas, muchos inmigrantes y familias de inmigrantes tienen cada vez más miedo de utilizar los programas de asistencia pública en los que han llegado a confiar.
Según The Mercury News, quienes deseen obtener la tarjeta de residencia deben demostrar primero que no van a suponer una carga financiera para Estados Unidos. Para ello, deben demostrar que no van a convertirse en "cargas públicas", es decir, en personas que utilicen los programas de asistencia social en metálico de Estados Unidos o la atención institucional financiada con fondos públicos.
Cambios propuestos
Si la propuesta "modificación de la norma "carga pública A medida que avanza el proceso, quienes actualmente utilizan las prestaciones del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, Medicaid o vales de vivienda también tendrán cada vez más dificultades para obtener la tarjeta verde. Además, la administración presidencial también está pidiendo a los funcionarios de inmigración que tengan en cuenta los niveles de salud, ingresos y educación de los solicitantes, así como su capacidad para hablar inglés antes de tomar decisiones en materia de inmigración.
Difundir el miedo
Dado que muchas personas que recurren a programas de servicios sociales temen cada vez más que su dependencia de estos programas pueda poner en peligro de algún modo su vida. situación de inmigracióno la de las personas que viven en sus casas, muchas personas están abandonando estos programas, a pesar de necesitarlos realmente. Hacerlo, sin embargo, puede tener efectos potencialmente devastadores. Algunos padres cuyos hijos reciben almuerzos o desayunos gratuitos o a precio reducido en la escuela están retirando a sus hijos de estos programas, a pesar de que algunos niños que los utilizan podrían no ser capaces de comer, de lo contrario. Del mismo modo, algunas víctimas de la violencia doméstica que utilizan los beneficios de SNAP para ayudarles a salir adelante sin sus ex parejas también están demasiado asustadas para seguir recibiendo asistencia.
En última instancia, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. cree que unas 324.000 personas que residen en hogares con no ciudadanos dejarán de utilizar los programas de asistencia social por temor al cambio de norma propuesto.