Vivir y trabajar en Estados Unidos puede ser especialmente difícil cuando no se tiene un visado de trabajo u otra documentación adecuada. Desafortunadamente, algunos empleadores se han aprovechado de los inmigrantes en esta situación, a pesar de que el Departamento de Trabajo de EE.UU. les obliga a cumplir con ciertas leyes laborales relativas a la seguridad en el lugar de trabajo, las leyes de salarios y horas y otras prácticas justas de empleo. Si usted es un inmigrante indocumentado que está empleado en Riverside o el Condado de Orange, California, es posible que le preocupe que su empleador tome medidas que conduzcan a su deportación si intenta denunciar las prácticas injustas.
La National Law Review ha informado sobre varios proyectos de ley de la Asamblea y la Cámara de Representantes aprobados en California que tienen por objeto proteger a los inmigrantes indocumentados de represalias. Según la legislación estatal, su empresa no está autorizada a ponerse en contacto con las autoridades de inmigración ni a presentar denuncias ante las fuerzas de seguridad o los organismos estatales y federales si usted presenta una queja en el lugar de trabajo. Incluso amenazar con este tipo de acciones constituye una violación de sus derechos. Estas leyes estatales no se ven afectadas por las leyes de inmigración de EE.UU. y han sido confirmadas por el Tribunal Supremo de California.
Un empresario que viole sus protecciones y derechos como trabajador en California se enfrenta a una multa de $10.000 por cada empleado que sea objeto de represalias. Si la empresa continúa realizando acciones injustas relacionadas con la inmigración, además de las multas se le pueden suspender ciertas licencias comerciales. Esta información sobre represalias contra inmigrantes indocumentados se facilita únicamente con fines educativos y no debe considerarse asesoramiento jurídico.